El impuesto de carbono de la Unión Europea puede cambiar muchos acuerdos comerciales no sólo en la Unión Europea, sino en las relaciones que tiene los países miembros por todo el mundo.
La Comisión Europea prometió el impuesto de carbono, pero todavía está lejos de ser efectivo, aunque ya se comentan los posibles efectos que puede tener, ya que, al tasar el carbono en los países miembros, el impuesto puede cambiar la normativa climática de cada uno de ellos.
La Ley Climática Europea prevé la creación del impuesto de carbono para 2023
En el marco de las negociaciones entre los diferentes responsables de la Unión Europea se ha aprobado el plan de cambio climático. Con más de 500 mil millones de euros dedicadas a medidas ecológicas, este tratado prevé la protección de trabajo y efectos medioambientales, además de cumplir el Acuerdo de París.
La Ley Climática Europea establece el calendario para la implementación de la política para la reducción de las emisiones de los países miembros de la Unión Europea.
En concreto, prevé la introducción del impuesto de carbono en el 2023, lo cual afecta a las industrias del cemento, vidrio, acero, fertilizantes y combustibles fósiles.
El impuesto de carbono puede conseguir nuevos acuerdos comerciales
La ley establece que bienes importados de fuera de la Unión Europea no cumplen con los estándares de baja contaminación que dentro de las fronteras de la UE tendrán que pagar el impuesto del carbono.
El impuesto del carbono es lógico, ya que se puede pedir la reducción de las emisiones a la producción de bienes que se realizan de las fronteras de la UE, al menos de una forma indirecta. Por tanto, la idea es proteger a los fabricantes de Europa de los productos contaminantes importados de países que no cumplan con el Acuerdo de París.
Se establece también que los exportadores a reformular sus métodos de producción si quieren seguir ofreciendo sus productos en los países miembros de la UE. Incluso esto puede llevar a acuerdos comerciales para el cumplimiento de las normas climáticas.
Si se consigue un acuerdo entre la Unión Europea con China, India, Japón e incluso los Estados Unidos en materia de acuerdos comerciales con la reducción de emisiones, se puede crear nuevos acuerdos comerciales y eliminar problemas en las emisiones desde una solución globalizada.
El impuesto de carbono puede resultar injusto para países en vías de desarrollo
Los países miembros de la UE están produciendo el 9 por ciento de las emisiones de carbono, pero Estados Unidos y China producen el 41 por ciento de las emisiones de carbono del planeta. Por tanto, si Europa endurece la normativa y el resto del mundo no hace nada, las empresas se pueden ir de Europa.
Por tanto, el impuesto de carbono en frontera es la mejor solución para que no pase esto, ya que, si otros países no toman medidas, la UE protege la industria y la economía frente a la competencia basada en las emisiones de carbono.
A medio plazo, se podrá encontrar que existe un mercado globalizado dividido entre los países de bajas emisiones de carbono y otros con altas emisiones de carbono que por fuerza tienen que comercializar entre ellos.
Aunque el impuesto de carbono no empieza a negociarse hasta el 2021 y tendrá que pasar por un largo proceso, además de diferentes desafíos legales, técnicos y de justicia social y climática.
La decisión de imponer el impuesto de carbono a los países con menos recursos refleja ciertas prácticas de transferencia de la riqueza del mundo en desarrollo a los países considerados del mundo desarrollado y, por tanto, quedando en desventaja comercial.
Nunca se podrá considerar el impuesto de carbono equitativo o justo si es un impuesto unilateral por la Unión Europea, y el gran problema de las acciones climáticas, por muy agresivas que sean, no afectan demasiado a las emisiones de carbono a nivel mundial si se hace de forma localizada y no se plantea de forma homogénea.
Por tanto, la Unión Europea necesita encontrar diferentes vías para difundir de forma práctica y políticas para disminuir las emisiones de carbono de forma global teniendo en cuenta las desigualdades que existen entre los diferentes países.