Las crisis financieras no son algo tan reciente como podamos pensar, un derivado del capitalismo moderno. En el pasado hubo crisis financieras, como la del año 33 en Roma, en el Imperio Romano. Por entonces gobernaba el emperador Tiberio, que sucedió a Augusto (era su hijastro) y precedió a Calígula.
Tiberio comenzó a reinar en el año 14 de nuestra era, tras la muerte del emperador Augusto. Tácito ya había dicho para entonces que Roma dependía demasiado de los impuestos de las provincias. Al importar comida y otras mercancías, había poca producción en la península itálica. Se encontró con que el tesoro de Augusto estaba bastante arruinado, luego su política económica pasó por intervencionismo económico, austeridad y acumulación de capital.
Tiberio intentó mantener el imperio dentro de sus límites, sin que este creciera más de lo que ya había crecido. Su objetivo estaba en que el estado tuviera reservas con las que sobrevivir cuando bajaran los ingresos. Bajó los impuestos y estableció a partir del censo de Augusto unas estimaciones de lo que aportaría cada provincia, no obstante estas seguían considerando que pagaban demasiados impuestos. Cuando ejecutaba a alguien acusado de lesa majestad su patrimonio pasaba a ser del estado en una época en la que la diferencia entre el patrimonio del estado y del soberano no estaba muy clara. Muchas veces estos También redujo el gasto en entretenimientos e inversiones públicas, lo que lo hizo impopular ¿nos parece extraño hoy en día que los recortes de un gobierno lo hagan impopular?
En el año 33 la Roma Imperial sufrió una crisis financiera. De repente desapareció el dinero en efectivo. Se habla de varias causas, entre ellas se culpa a aquellos especuladores que prestaban el dinero a un interés superior al interés legal de la época. Pero también a la fuerte demanda de bienes de lujo de la época o a la reducción en la inversión pública. Pero también sucedía que el Senado preocupado por la baja producción, estaba interesado en que aquellos ricos invirtieran 2/3 de su sueldo en explotaciones agrícolas.
Se cree que los usureros no les quedó más remedio que reclamar que se les devolvieran las deudas para así poder comprar explotaciones agrícolas. Eso hizo que los prestatarios tuvieran que vender lo que tenían a bajo precio para poder pagar sus deudas. Esto incrementó las acusaciones de usura en los tribunales. Además Roma estaba teniendo una escasez de efectivo desde el año 10, desde que se habían empezado a dejar de recibir los tesoros de los saqueos (al fin y al cabo, Roma dependía de lo que obtenía de fuera de la península).
La saturación de los tribunales hizo que el encargado de los mismos, el pretor Graco, llevara el problema al Senado y este lo acabara derivando en el emperador Tiberio. Tiberio estableció un aplazamiento de las deudas durante un año y seis meses. No obstante, se cree que Tiberio pudo ejecutar el primer rescate financiero de la historia.
Tiberio hizo una inyección de crédito de 100.000 HS, o 25.000 denarios “sine usuris”, es decir a título gratuito. Era necesario presentar garantías por el doble de la cantidad requerida. Además estableció una comisión con cinco senadores que concederían los préstamos, como si fueran un banco. Al haber más dinero en circulación y los propietarios no necesitaron vender sus tierras con urgencias (con la moratoria a los préstamos y con la inyección de capital), estos tuvieron más tranquilidad.
Si nos damos cuenta lo que hizo Tiberio no es demasiado distinto de cómo se resolvió la crisis financiera pasada, incrementando la oferta monetaria y dando estabilidad, confianza y tiempo al mercado. Lo interesante es que se supo poner un remedio adecuado al problema de ese momento.
Aparte Tiberio, aunque impopular, dejó una fuerte herencia. Si recibió en su momento cien millones de sestercios de Augusto, dejó veintisiete veces esa cantidad a su sucesor, Calígula. Aunque este acabó dilapidando la herencia recibida en fiestas y otras extravagancias, además de que tuvo que subir los impuestos.